Entrevistamos a Carmen, siempre regalando sonrisas.

Carmen es una de nuestras camareras en el hotel, se caracteriza por su sonrisa y su buen humor, hoy la entrevistamos para que la conozcáis un poquito más.

¿Cómo decidiste trabajar en el Hotel Carlos I? ¿Hace cuántos años?

Fue hace más de 10 años a través de una amiga que me comentó que estaban buscando una camarera para la cafetería, y entonces dije: ” Este trabajo tiene que ser para mí”.

¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en la cafetería?

Lo que más me gusta de trabajar en el hotel es el trato con la gente; nunca te aburres, conoces muchos tipos de personas y haces muchas amistades año tras año.

Como camarera seguro que has preparado muchísimos cócteles. ¿Cuál es el más demandado? ¿Qué comentarios te hace la gente sobre ellos?

Muchos es poco, yo diría muchísimo jijij. El que más nos piden es el mojito, creo que es un clásico aquí y en toda España. De todas formas, a la gente le gusta mucho los cócteles que preparamos… o al menos ¡eso dicen!

¿Varía de una estación a otra el cóctel favorito de los clientes? ¿Cuál es el más destacado en otoño?

Por supuesto que varía, igual que el tipo de clientes, que viene en una temporada u en otra. En otoño los clientes suelen pedir el “San Francisco” sin alcohol y más con el calorcito suelen pedir mojito, daikiri,…

¿Es muy ajetreado un día como camarera en el Hotel Carlos I? ¿Hay dos iguales?

Hay épocas en las que hay más trabajo que en otras. Lo mismo ocurre con los días, hay días más ajetreados que otros, además nunca hay dos días iguales. Hay que tener en cuenta que en nuestro hotel entran y se marcha nuevos clientes continuamente, cada día es una sorpresa y eso hace que el trabajo sea más ameno y divertido.

¿Nos podrías contar alguna historia que sigas recordando?

Uf, muchísimas. Sobre todo te podría contar situaciones que vivimos, por ejemplo es curioso ver cómo crecen los niños de nuestros clientes habituales, o ver cómo alguno de los clientes mayores que vienen sobre todo en invierno encuentra pareja, siempre es una alegría ver estas situaciones.

Se dan también situaciones curiosas, por ejemplo me acuerdo de un matrimonio en el que la mujer no dejaba beber alcohol al marido y él siempre se las ingeniaba para llegar al hotel unos minutos antes que ella cuando salían de paseo y pasarse por el bar a tomar un par de chupitos. No sé qué excusa pondría pero nunca le pilló su mujer. (Risas)

Cuéntanos algún truco que tengas para ganarte la simpatía de los clientes.

Me gusta ser yo misma, ser natural y escuchar a las personas cuando hablan, pienso que se me da bien tratar con los clientes, me considero una persona muy empática, de hecho creo que esta cualidad es importante para realizar mi trabajo, no todo el mundo sirve para trabajar de cara al público.

Dinos una cosa que te suelan pedir los clientes a cada una de estas horas del día: 9h, 13h, 17h y a las 22h

9h: Café de cafetera para despejarse

13h: Cañas, vinos, martini, aperitivos

17h: Cafés, infusiones

22h: Copas, combinados, refrescos, infusiones…

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Conocer gente, hablar con ellos y que tengo un trabajo que me gusta y eso hoy en día está muy bien, porque todo el mundo no puede decir que le gusta su trabajo, y yo la verdad es que me siento muy afortunada.

 ¿Cuál es la bebida que más disfrutas cuando la preparas? Dinos un par de adjetivos con los que definirías esa bebida.

Pues la verdad es que me encanta preparar café. Y lo calificaría como aromático y delicioso.

Cuéntanos el secreto de una “caña bien tirada”.

Realmente creo que el secreto es tirar muchas hasta aprender correctamente la técnica. Un cliente de Madrid me comentó una vez que una caña bien tirada es la que va dejando líneas en la copa según te la vas bebiendo, desde entonces eso lo observo mucho y a mí normalmente me quedan así.

Por último, queremos saber ¿Cómo te relacionas con los clientes que van a menudo?

Hay clientes que vuelven todos los años, incluso vienen varias veces al año. Hay clientes con los que mantengo el contacto por teléfono ó RRSS y otros que vuelven con regalitos; lo más bonito no es el regalo sino que se acuerden de ti.

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